expectativas e inversion

Expectativas e Inversion en un Contexto de Incertidumbre

ARTICULO DE OPINION

EXPECTATIVAS E INVERSIÓN EN UN CONTEXTO DE INCERTIDUMBRE

El Descontento social, el ruido político local, la falta de perfiles especializados en puestos clave y las fricciones entre Ejecutivo y Legislativo golpearon las expectativas empresariales hasta situarlas a niveles similares a los de la crisis del 2008

¿Qué influye en las decisiones o comportamientos de los agentes económicos?

Existe una amplia literatura que aborda esta ambiciosa interrogante, sin embargo, la mayoría concuerda que son las expectativas los principales motores de nuestras decisiones. Una manera intuitiva de comprender la economía y las expectativas es mediante el estudio de tres variables importantes: la inversión, el empleo y el consumo. Las empresas, mediante sus decisiones de inversión, aumentan su capacidad productiva y fomentan la demanda de puestos laborales (empleo). Asimismo, los mayores niveles de empleo permiten dotar de ingresos a más familias posibilitándoles incrementar sus niveles de consumo.

¿Siempre se cumple la relación virtuosa entre inversión, empleo y consumo?

Un repaso rápido de las estadísticas peruanas nos muestra que la inversión de un trimestre anterior y el empleo actual presentan una correlación positiva de 0.82[1]. Por su parte, el empleo y el consumo registran una correlación de 0.72[2]. De lo anterior, podemos inferir que las tres variables presentan un comovimiento conjunto positivo. Del mismo modo, el consumo de carácter privado representa aproximadamente el 65% del PBI peruano (MEF, 2021), por lo tanto, la relación descrita anteriormente explica gran parte de la actividad económica local.

 

Fuente: BCRP y Ministerio de Trabajo (MIT), elaboración propia

Fuente: BCRP y Ministerio de Trabajo (MIT), elaboración propia

¿Qué es lo que determina la inversión?

Los agentes económicos encargados de las decisiones de inversión son, principalmente, las empresas, por ende, son las expectativas empresariales las que podrían darnos una imagen “adelantada” de la inversión, puesto que los empresarios poseen información más amplia acerca de la actividad: el volumen de ventas diarias, el número de pedidos (indicador de la demanda futura) o los proyectos de inversiones próximos a ejecutar. Del mismo modo, por cada punto adicional de las expectativas, la inversión privada aumenta en 1.7% (Castilla, 2020).

El Banco Central de Reserva (BCRP) elabora mensualmente una encuesta a una muestra representativa de empresas de los diversos sectores económicos del país acerca de la situación actual del negocio, sus proyectos de inversión y los planes de contratación de personal. Asimismo, construye un índice de difusión en base a las respuestas de quienes tienen una perspectiva positiva y negativa (BCRP, 2011). El índice está acotado entre 0 y 100 y se considera “optimista” si su valor es mayor a 50 y “pesimista” si se registra por debajo de dicho valor. Por otro lado, el índice de expectativas del trimestre inmediato anterior registra una correlación de 0.78[3] con la inversión privada actual o, dicho de otra forma, las expectativas son un indicador adelantado de la inversión privada.

Fuente: BCRP, elaboración propia

¿Cómo van las expectativas en el panorama actual?

Perú es considerado una economía pequeña y abierta, por lo tanto, su desempeño económico dependerá del dinamismo del sector externo; específicamente, de los precios de sus principales productos de exportación como el cobre, oro y zinc. Una primera y correcta intuición nos llevaría a concluir que en tiempos en que los precios de commodities son altos, la economía -junto con sus expectativas- tenderá a elevarse como sucedió en el 2011 donde el boom en el precio del cobre situó nuestras expectativas en 73 puntos y la inversión privada creció 30.3% en el primer trimestre de dicho año.

Por otro lado, también es plausible inferir que en tiempos de baja cotización de los metales de exportación o menores tasas de crecimiento de nuestros principales socios comerciales (EE.UU y China), se deteriorarían las expectativas empresariales, con la consiguiente reducción en los niveles de inversión. Lo anterior se evidenció tanto en la crisis del 2008 como en la pandemia del COVID-19, momentos en los cuales las expectativas tocaron piso, rebajándose a niveles de 35.3 y 17.4 puntos, respectivamente. En la misma línea, la inversión privada se contrajo durante el segundo trimestre del 2008 en un 16% % y en un 57% en tercer trimestre del 2020 (BCRP).

Los resultados del primer semestre del 2022 no fueron los más favorables: el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, los persistentes altos niveles de inflación alrededor del mundo y el endurecimiento de las condiciones financieras recortaron las previsiones de crecimiento a nivel mundial (2022: 3.2%, 2023: 2.9%). Del mismo modo, el descontento social, el constante ruido político a nivel local, la falta de perfiles especializados en puestos públicos claves y las continuas fricciones entre el Ejecutivo y el Legislativo golpearon las expectativas empresariales hasta situarlas a niveles similares a los de la crisis del 2008 (T1-2022: 35 pts.), cuando la inversión tocó terreno negativo.

Recordemos que entidades como el BCRP y el MEF proyectan un crecimiento nulo de la inversión privada para el presente año. Sin embargo, las expectativas vienen registrándose en territorio pesimista por quince meses consecutivos y situándose en niveles mínimos, lo que podría desencadenar previsiones a la baja de inversión, empleo, consumo y PBI. El posible panorama de menor crecimiento jugaría en contra a partir del 2023 y los próximos años, dado que no se generarían los puestos de trabajo necesarios para sostener los actuales niveles de consumo y bienestar y además incentivaría a mayores tasas de ahorro y baja actividad comercial.

¿Qué se debería hacer?

Las previsiones de crecimiento económico peruano para el próximo año rondan el 2.8% desde una previsión inicial de 4.0% a inicios de año (MEF, 2022). En este contexto, el fisco deberá implementar medidas enfocadas a la recuperación de la confianza empresarial, debido a que un aumento en 10 puntos de las expectativas impulsaría en un 0.8% al PBI, mediante la relación entre inversión, empleo y consumo [4]. La percepción sobre la estabilidad de las reglas de juego y la capacidad de la administración pública para generar un entorno favorable para los negocios, serán los principales retos de la política pública en el corto y mediano plazo.


[1] Correlación estimada entre el primer trimestre del 2004 y tercer trimestre del 2019
[2] Correlación estimada entre el primer trimestre del 2004 y tercer trimestre del 2019
[3] Correlación estimada entre el primer trimestre del 2004 y tercer trimestre del 2019
[4] Estimaciones propias mediante un modelo SVAR entre el primer trimestre del 2004 y tercer trimestre del 2019

Referencias

BCR. (s.f.). Guía metodológica de la Nota Semanal. Lima: BCR.

BofA. (2022). Global Economic Weekly. Bank of Amercia.

IMF. (2022). World Economic Outlook update. United States.

Jiménez, J. M. (2007). Análisis cuantitativo de la coyuntura económica – Una aplicación de la representación en espacio de estados de series temporales múltiples. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Autor

  • Daniel Flores

    Estudiante de Economía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Miembro del Círculo de Formación Macroeconómica de la UNI. Actual praticante preprofesional de Reseacrh en el área de Mercado de Capitales en Interbank.

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